Actualmente existe mucha
confusión sobre lo que es y lo que no es la Responsabilidad Social Empresarial
(RSE). Tomando en cuenta el fuerte
crecimiento en la cantidad de empresas interesadas en tener prácticas
responsables y sostenibles, se deben de tomar en cuenta ciertos aspectos
generales de implementación y conceptualización los cuales se describen en el
siguiente decálogo:
1. No pensarás que la RSE es una moda. La RSE a diferencia de una
moda, es evolución empresarial desde la génesis misma de la empresa y de sus
preceptos corporativos (misión, visión y valores). Esta evolución es promovida
por demandas sociales, las cuales fuerzan a la empresa (motor esencial de la economía)
a cumplir una normatividad responsable ya que ésta es considerada como una
institución social que tiene una gran incidencia en la vida de los ciudadanos.
Por aparte, los consumidores exigen productos de buena calidad, saludables, precios
justos y se muestran dispuestos a premiar o castigar a las empresas en el
mercado según sus niveles de responsabilidad sostenible en sus acciones.
2. No considerarás la RSE como la solución al problema de la pobreza.
La RSE es una estrategia que la empresa puede utilizar con el fin de desarrollar ventajas
competitivas, mientras satisface una creciente demanda social de ética
empresarial y de una mayor rendición de cuentas sobre el desempeño social y
ambiental de la empresa. La erradicación de la pobreza es responsabilidad de
manera integral de la sociedad en general, por lo que están involucrados el
Estado, la población y empresas; así que
la RSE se convierte en un instrumento que el sector privado puede utilizar para
contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población, contribuyendo al
desarrollo en el aprovisionamiento local, oferta de productos y servicios
asequibles, oferta de empleo y formación, apoyo financiero a organizaciones
locales y entre otros, la inversión en infraestructura, tecnologías o
educación por medio de incentivos económicos o fiscales.
3. No emplearás a la RSE como una excusa para implementar actividades filantrópicas
y /o asistencialistas. Las empresas con el fin de legitimar sus operaciones
o para mejorar su imagen, utilizan el mercadeo social (totalmente válido). El
fin del mercadeo social es la modificación de opiniones, actitudes o
comportamientos con el objeto de mejorar alguna situación social y/o
medioambiental. El mercadeo social va intrínsecamente relacionado con la
práctica de la filantropía, la cual pretende contribuir al bienestar social con
base a donaciones libres o condicionadas, paleando ciertas necesidades en un
período de tiempo específico y regularmente corto, con el peligro de crear
dependencia entre la comunidad. Por otro
lado, la RSE podría definirse como la estrategia de gestión empresarial a
través de la cual las compañías toman decisiones teniendo en cuenta la
rentabilidad, la sociedad y el medio ambiente. La RSE es a largo plazo y tiene
una naturaleza programática, la cual apoya a contribuir a la obtención de
ventajas competitivas a través de la adopción de prácticas vinculadas a la
estrategia de negocios.
4. No utilizarás a la RSE como ardid publicitario. Es un hecho que la RSE entre otros beneficios, mejora el desempeño financiero de las
empresas aumentando el valor de las mismas, creando una reputación e imagen
corporativa positiva. Es válido y rentable comunicar las acciones que una
empresa en un marco estratégico de RSE ha hecho y su impacto positivo en su área
geográfica de interés o sus stakeholders. En caso que la empresa comunique
acciones sociales puntuales y no necesariamente programáticas puede resultar
además de ostentoso, negativo. Por ejemplo, la difusión de la actividad
filantrópica de una compañía son estrategias poco valoradas por el público e
incluso crean rechazo en determinados stakeholders que ven estas acciones como
una publicidad de maquillaje. La comunicación de la RSE deberá de ser englobada
en la gestión corporativa como herramienta para la creación de valor compartido
entre los distintos grupos de interés y no como un objetivo en sí mismo o en
acciones sociales solitarias sin un programa definido.
5. No dudarás que la RSE es económicamente rentable. La práctica de
la RSE claramente tiene sus beneficios económicos para quienes la practican, una de sus características principales. Entre
las ventajas están: a) Reducción de costos: Una empresa responsable se
convierte en una empresa eficiente en el uso de insumos, los reduce
dramáticamente y fomenta prácticas amigables con el Medio Ambiente. b) Captación y retención del talento humano:
Los diferentes índices revelan que las políticas socialmente responsables incrementan
la productividad; una plantilla satisfecha aumenta su motivación, reduce el absentismo
laboral y disminuye dramáticamente la
rotación laboral. c) Competitividad: Fomenta
una cadena productiva incluyente, convirtiendo a sus proveedores socialmente responsables,
así como provee a quien la practica de una imagen positiva atractiva a los
clientes, convirtiendo a la RSE en una ventaja competitiva en el mercado.
6. No dejarás que la RSE sea un programa aislado, promovido y
administrado únicamente por el departamento de RRHH. Entre los impactos positivos de la práctica de
la RSE está el mejoramiento en la habilidad para retener y atraer a los mejores
colaboradores, fortalecimiento de la confianza y lealtad de los colaboradores y
la reducción el ausentismo; todos estas
acciones en beneficio de la empresa y su público interno. El departamento de
Recursos Humanos en muchas ocasiones, ha sido delegado a llevar a cabo la
estrategia de RSE, lo que ha llevado a resumir la estrategia de RSE en
programas de voluntariado corporativo, códigos de ética y desarrollo de
programas enfocados en buscar un balance trabajo-familia en el mejor de los
casos. La RSE deberá ser una estrategia adoptada y apoyada desde la misma
gerencia general y así, desarrollar programas de desarrollo no solo de público
interno, sino que trabajo integral en otros ejes tales como proveedores, medio
ambiente, mercadeo, comunidad, gobernabilidad y políticas públicas.
7. No supondrás que la RSE es exclusiva para empresas grandes. La
RSE no hace distinciones entre empresas; no por la naturaleza de las mismas, no
por su tamaño o el giro de negocio. Toda empresa cuenta con personal humano,
presenta su huella de carbono y cuenta con grupos de interés o stakeholders. La
empresa sin importar su tamaño, busca
ser eficiente y rentable, satisfaciendo las necesidades de sus clientes bajo
normas de calidad reconocidas en un marco
socialmente responsable con sus colaboradores, clientes, proveedores, comunidad
y medioambiente, respetando la legislación de donde opera.
8. No implementarás una estrategia de RSE sin considerar sus
indicadores de medición. Todo lo que no se mide, no mejora. Por la
naturaleza social dela RSE no es una tarea sencilla hacerlo, pero no es
imposible. Existen organismos internacionales que han desarrollado herramientas
de medición aplicables al tema, tales como el Global Compact (Pacto mundial) y
el Global Reporting Initiative (GRI por sus siglas en inglés) (Iniciativa para la Rendición de Cuentas
Global). Existen otros métodos para medir percepción entre la comunidad, así
como indicadores que entes promotores y generadores de RSE locales realizan con
el fin de medir sus prácticas internas.
9. No creerás que la RSE sea exclusiva para el sector privado. La
fuerte aceptación de la RSE entre la
sociedad ha provocado un papel más activo de los gobiernos y administraciones
públicas en la aplicación de la responsabilidad social. Más allá de la legislación, la adopción de la
RSE por parte de los gobiernos y administraciones públicas, añadiría valor a su
desempeño económico, social y ambiental así como la generación de un nuevo
modelo de gestión pública, enfatizando la rendición de cuentas transparente, la
priorización en el desarrollo sostenible, la gestión de impactos en su inversión y la relación con todos sus grupos de
interés.
10- No creerás que la RSE es una práctica individual, sin marco
normativo ni asociación o gremial. Las empresas no deben de asumir que
están solas en el esfuerzo de ser socialmente responsables. Existen
organizaciones cuyo fin es promover la práctica de RSE en sus países, formando
y capacitando, evaluando y midiendo, documentando casos de éxito, organizando
actividades de intercambio y foros entre las empresas asociadas. En Guatemala
el ente promotor de la RSE se llama CentraRSE, en Brasil es el Instituto Ethos,
en Argentina es IARSE para citar algunos de Latinoamérica.