La materialidad se refiere a todos los temas relevantes de
una empresa y hacerse responsable de los principales impactos y riesgos
asociados hacia sus grupos de interés, así como en su área de influencia, lo
cual deberán reportar por medio de informes de
sostenibilidad. Dicha materialidad supone que la organización debe tener en
cuenta las necesidades y expectativas de sus stakeholders en la toma de decisiones y su planeación estratégica,
afrontando en todas las dimensiones la RSE,
así como todas sus actividades e impactos, directos e indirectos.
Es importante considerar que no existen grupos de interés
insignificantes, cualquiera de ellos puede en algún momento, colocar en riesgo a la empresa y hacer peligrar su
licencia de operación y/o su reputación, lo que significaría una grave
situación de frente a sus ventas y/o relación con sus proveedores.
El análisis de la materialidad es un paso importante y
esencial para la realización de informes de sostenibilidad tales como el Global Reporting Initiative (GRI), para
ello, sugiero empezar por responder de manera sencilla estas preguntas antes de
tomar cualquier decisión que afecte (positiva o negativamente) a nuestros stakeholders:
1.
¿Qué
es lo que realmente interesa?
2.
¿A
quién le interesa? y ¿Cuánto le interesa?
3.
¿Cómo
se gestionará?
Luego de contestar estas preguntas, es importante seguir los
siguientes pasos:
Identificación de
aspectos: Determinar el área geográfica de los impactos que la organización
puede tener, hacer una línea base para conocer
las necesidades de los grupos de interés en dicha área y la repercusión de las
operaciones de la empresa en su diario vivir.
1.
Priorización:
Decidir los aspectos relevantes y prioritarios, con base a la importancia de
sus impactos económicos, sociales y ambientales, así como de la influencia que tengan
en las valoraciones y decisiones de los grupos de interés. En este paso es
interesante el uso de una matriz de dos ejes que relacione el impacto y la
influencia de mayor a menor; lo que ayudará a conocer cuáles son los aspectos
importantes a considerar.
2.
Validación:
Determinar el alcance, cobertura e intervalo temporal que tendrán las acciones
de la empresa y el impacto en sus grupos de interés.
3.
Revisión:
Analizar los aspectos considerados como materiales, desde la óptica de la
retroalimentación obtenida con un proceso de diálogo con sus grupos de interés.
En resumen, la materialidad ayuda a aclarar el panorama de la
empresa sobre los asuntos más importantes en su relación con sus grupos de
interés y su entorno en diferentes espacios de tiempo; También refuerza los
mecanismos y procesos necesarios para el aprendizaje y la evaluación de las
prioridades en forma continua, y así determinar cómo se pueden producir mejoras
en el rendimiento.
Así pues, la gestión de la materialidad en el marco de una
estrategia de RSE deberá ser parte del corazón del sistema operativo de la empresa
y así, se podrá comunicar de manera oportuna y transparente los progresos y los
efectos de los compromisos de sostenibilidad, ayudando y anticipando posibles
conflictos con sus grupos de interés.