martes, 9 de junio de 2015

La relación de la empresa con sus proveedores, un factor clave en la gestión empresarial

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) adoptada como una estrategia competitiva de negocio, reconoce a los proveedores como parte de su cadena de valor y un stakeholder (actor de interés) que hay que tener presente en todo momento.

La naturaleza de la RSE es multiplicadora, debido a que la organización que la practica (sin importar su tamaño, razón social y giro de negocio) ejerce o influye en sus proveedores en el desarrollo de programas que tiendan a mejorar su desempeño en materia de RSE a través del concepto de ganar –ganar. Es de suma importancia denotar que la responsabilidad del producto/servicio final recae en la empresa contratante, por lo que cualquier problema con los stakeholders y cliente final puede afectar la reputación de la empresa contratante, cuando en algunas ocasiones, puede ser responsabilidad del proveedor.

En la actualidad la transparencia y  normalización de los aspectos de la gestión empresarial se ha extendido más allá de las cuestiones relativas a los costos, la calidad, y más recientemente la gestión ambiental. Cuestiones como los impactos del cambio climático en el negocio, las condiciones laborales de los empleados de proveedores o el respeto a los Derechos Humanos, son tomados en cuenta de una manera importante a lo largo de toda la cadena de valor de las empresas.

Cada vez es más habitual que las empresas tengan unos criterios de homologación de los proveedores con los que van a trabajar. A la hora de establecer dichos criterios se pueden tener en cuenta diversos factores relacionados con la Responsabilidad Social. La implementación de requisitos sociales, ambientales y éticos para los proveedores no debe basarse en el control unilateral de la relación comercial por parte de la empresa contratante, sino que exige la participación de todas las partes interesadas en todos los aspectos del proceso. La adaptación de las empresas proveedoras a los estándares solicitados por las empresas clientes debe ser fruto de un proceso de diálogo y de trabajo conjunto.

Las empresas practicantes de RSE deben de basar sus relaciones con sus proveedores en confianza y transparencia mutua, alineando sus políticas de RSE de manera conjunta, ya que los proveedores son tan importantes como los clientes mismos ayudando a mantener el equilibrio en sus cadenas de valor. La selección de proveedores debe responder a criterios de compra responsable, tanto éticos como sociales y ambientales dando prioridad a aquellos proveedores que promuevan el comercio justo, el cuidado del medio ambiente y el respeto por los Derechos Humanos entre otros.

Para poder lograr una relación ética y de confianza con los proveedores,  es necesario gestionarlos adecuadamente y para este fin, existen muchas “buenas prácticas” tales como:

·         Comunicación abierta: Así se conocerán sus expectativas, su  evaluación sobre la relación y conocer sus avances en temas de RSE.

·         Reglas claras: definir qué se espera de los proveedores y qué pueden esperar ellos de la organización, es importante tener un protocolo tal como un código de ética como una política definida de compras.

·         Constante capacitación: ofrecer capacitaciones en gestión, liderazgo y RSE entre otros.

·         Evaluación constante: Análisis considerando la calidad de productos o servicios, cantidad de devoluciones, entrega oportuna, capacidad de reacción ante problemas, relación personal, entre otras, con el fin de ofrecer una mejora continua de manera bidireccional.

·         Transparencia en adjudicaciones y proceso de licitación: Es una forma de evitar que las licitaciones sean adjudicadas siempre por los mismos proveedores, posibilidad de corrupción y problemas de reputación.

·         Auditorías constantes: Con el fin de  revisar que los procesos se estén cumpliendo,  ofreciendo la posibilidad a los proveedores de presentar reclamos en caso de no estar de acuerdo con el actuar de la organización, así como de constatar por parte de las empresas contratantes que los proveedores no incurran en delitos legales y/o morales.

Las empresas deben de contar con políticas de compras así como con políticas de RSE claras, definidas y en práctica, ya que una empresa no puede exigir a un proveedor lo que no puede cumplir ella misma, especialmente en prácticas responsables; de nada sirve que nuestra empresa tenga un plan de RSE muy desarrollado, cuando sabemos que en un eslabón de la cadena de valor,  la situación es muy distinta.

Las relaciones con proveedores son importantes para la gestión de riesgos y desde un punto de vista de reputación, por lo que es un trabajo en conjunto con un solo fin: ofrecer un servicio/producto que fidelice y satisfaga al cliente, sin comprometer la legalidad en las operaciones de la empresa y los recursos, dignidad y Derechos Humanos de todas las personas que forman parte de la cadena de valor de la empresa.